lunes, marzo 28, 2011

La multitud















Vivo en una megaciudad como es La Capital Federal de Buenos Aires. En un barrio donde se concentran una densidad de población elevadísima y en que muy pocas horas se respira tranquilidad.
Pero al vivir gran número de gente, se concentra las facilidades del consumo de hoy, como negocios de aprovisionamiento de alimento, lavaderos, esparcimiento, y un largo etcétera.
Multitud según la RAE es: “Número grande de personas o cosas.”. Acepción directa que no implica mucho en conceptos filosóficos de lo qué, acarrean las multitudes.

El estar rodeado de gente me vuelve menos importante con respecto a misma, es probable que la gente que vive a menos de 30 metros de mi apartamento, no es tomada en cuenta y siquiera la salude.  Asunto que en pueblos o ciudades más chicas pasa.

¿Que actividades me gusta hacer en la multitud?
Si bien no es cotidianamente, me gusta caminar en la peatonal Florida a la hora que sale la gente de trabajar, con sus enfoques pensantes y sus rostros rígidos, pero llenos de serenidad y alivio porque salieron de la alienación del horario de trabajo.  Y algunos arreglando situaciones pendientes con su teléfono celular
Recuerdo cuando trabajé en microcentro, me colocaba el Mp3 para no escuchar a nadie a mí alrededor, pero si enfocar determinados rostros, siluetas o formas de andar, en las que me dan una pauta para juzgar el lengua corporal y gestual.

Recuerdo en mi época de cancha de fútbol, cuando viajábamos en camiones, micros o colectivos colmados de gente y todos gritando por un equipo de fútbol, me hacía muy feliz. Es decir, el contagio de alegría, en la multitud, es algo que tomo como sublime, lo único que lo opacaría es que si el esfuerzo físico y el ahogo se hacen notar.

Si bien entregarme a las multitudes, extrae mi identidad, elijo habitar en aquellas en que el sabor a posteriori, dejan grandes recuerdos.  Aunque no me gustan los mega-recitales de bandas muy famosas donde hay miles de personas y para estar cómodo, tengo que ver las pantallas grandes en los costados de los escenarios.

Lo que no me creo es cuando, por ser más o tener mayor identificación sobre algo que frecuentan multitudes, como un boliche, un equipo de fútbol, un artista, esté correcto y me haga grande. Al contrario, cuanto más adeptos hay, más chiquitito me hago.

Pienso que la multitud que se abstrae al artista, al actor o al equipo de fútbol, se convierte en una unidad como ente público, luego cada individuo sacará sus propias conclusiones, pero el conjunto en tal fin, pareciera ser indivisible.
Lo más curioso en que las multitudes la gente parece estar de acuerdo.
Y hay y hubo manifestaciones de destrucción y de perjuicio.  Por ejemplo el apoyo a una guerra, hace ya casí 30 años.

Dejo una canción de Cadena Perpetua que es un cover (In the crowd) del conjunto inglés “The Jam”

En la multitud,
Yo me pierdo otra vez,
Solo soy uno más bajo el amanecer,
En la multitud, nadie se puede ver

En la multitud
me olvido de quien soy,
porque estoy enredado
en esta perdición
nadie piensa en mi,
nadie piensa en vos.

De esta agonía no podrás escapar,
Si las monedas van a ser todo el
Cambio que querés encontrar

Como un río fluye a mi alrededor
Los mensaje que me incitan a comprar,
Lo que no puede tener,
Lo que no quiero tener,

De esta agonía no podrás escapar,
Si las monedas van a ser todo el
Cambio que querés encontrar

En la multitud, en la multitud, en la multitud…

Asi son los dias y los que vendrán
Regresamos a casa después de trabajar,
Las mismas noticias,
Los mismos temores,
Las mismas canciones,
Que no puedo dejar de cantar.

No sos nadie en la multitud,
Creo, que te he visto
Andar solo en la multitud,
En la multitud

No soy nadie en la multitud,
Dicen, que me vieron
Hablar solo en la multitud,
En la multitud, en la multitud, en la multitud…

1 comentario:

ROSENDO dijo...

La multitud en momentos es un burladero acogedor, en otros puede ser un pozo de angustia.